Así es la vida,como esa fiesta carnavalesca. Todos danzamos muy cerca de nuestros semejantes pero no dejamos ver nuestro rostro.Pasamos muy cerca de otros con esa mascara o antifaz que nos cubre algo mas que la cara.La mascara no es más que un simple tópico que no muestra lo que realmente somos.Y en muchas ocasiones, no nos gusta la mascara que vemos sobre el rostro de una persona y surge el rechazo.
Es un baile con muchísima variedad de mascaras. Además, todas tienen un nombre que las designa como concepto. Las llaman "pijo", "kie", "maricón", "tímido", etc. Es curioso como algo tan insignificante como puede esconder a veces una realidad tan diferente. Si estas personas supieran que es más lo que les une que lo que les separa...
Pocos son los que le susurran a su pareja de baile lo que hay debajo de esa imagen deforme. Pero a veces pasa...
Esta entrada va dedicada a mi nueva lectora la cual me incitó a escribirla.
Cierto es que todos se ponen máscaras y más cierto aún que pocos se la quitan pero hay que tener en cuenta que se trata de arriesgar, de exponerse, de que te vean como eres. Unos serán más pasotas, más valientes o más tímidos y más retraídos.
ResponderEliminarEn fin, ojalá esa máscara tuviera un botón para que decidiéramos cuando ponérnosla y cuando quitárnosla
Un saludo