jueves, 9 de diciembre de 2010

Every little action, there's a reaction



Hoy me hice la siguiente reflexión. No es una manera práctica de actuar aquella que centra la atención en los demás y en lo que hacen o dejan de hacer.

Ya se manifestaba en la universidad o incluso en el instituto cuando comparabas las notas con la de algún compañero. Ese instinto competitivo es cierto que, a veces, hacía que nos superaramos pero en la mayoría de los casos nos sumía en una impresión subjetiva de lo que realmente habíamos hecho. Este particular caso puede aplicarse a varios aspectos de lo que nos rodea.

No hay necesidad de envidiar de manera insana logros de otra persona a no ser que sea para igualarlos o superarlos. Pero en caso de que sea para ese fin, lo que demuestra una mayor personalidad es marcarte metas propias sin tener que ver con tu compañero.

Por supuesto, no intento fomentar el espiritu individualista puesto que es necesario en esta vida aprender a trabajar en equipo.

El título de la entrada viene a ,una vez mas, referirme a ese principio universal que tanto me gusta llamado acción y reacción.Sigo creyendo y quiero seguir creyendo que, a pesar de que no podemos eludir las circunstancias que nos rodean, somos los patrones de nuestro verdadero destino.Por cada acción que hagamos todo cambiará, y la vez, puede que nada cambie.Pero sólo hay una manera de averiguarlo: Vivir y hacerlo de manera consecuente.

El mensaje de esta entrada es de motivación a aquellos que son buenos en espiritu y buscan ante todo, que la llama del progreso nunca se apague.

Paz amigos

1 comentario:

  1. La envidia esa crea la ambición de ser mejor o simplemente de regodearse de las desgracias ajenas. Yo también lo odio porque debemos ser modestos y dar gracias de lo que tenemos.

    Lo peor es cuando encima de regodearse te dicen que no han estudiado, supongo que cada uno se crea su realidad.

    Un saludo.

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