jueves, 2 de diciembre de 2010

El delirio de los 15 años


Un día a finales de noviembre, nacío un chico cualquiera. Como cualquier chico, creció y se relacionó bastante bien para su retraída personalidad.Dentro del proceso de relacionarse, se interactúa con una especie complicada de entender;Sí, hablamos de las chicas.

Total, que el chico un día conoció a una chica y experimentó eso que llaman "amor" por esa chica.Algo nunca visto para una persona acostumbrada a juegos de cartas, futbol y que ni siquiera comentaba los primeros culos y cuerpos femeninos como lo hacían los chavales que le rodeaban.

Como suele pasar en esta cruel existencia, los chavales que son poco avispados no se ganan la admiración por parte de las chicas y eso marca el autoestima de dichos chicos a fuego. Esa chica no es que le diera esperanzas al chico, pero lo cierto es que tampoco dejaba las cosas claras y se aprovechaba de esa incertidumbre.

Tras días, meses y años pasados, el chico acepta que no hay nada que hacer en ese terreno, y decide conservar lo único a lo que le da valor hasta ese día: La amistad de la chica.Y curiosamente, esa amistad se convierte en un veneno peor de lo que fue el amor a esa chica.

Años despues, esto es sólo una experiencia más que vivió un chico cualquiera, y lo que a los quince años fue una herida, al tiempo despues es sólo una cicatriz.

La moraleja de esta sosa historia es que la chica representa la selección natural de la vida misma. Si aprendes a sacar el lado positivo de las cosas vives y te sientes vivo. Si no lo consigues, pasas el resto de tu vida con la herida abierta y manchas con esa sangre a tus futuras parejas o incluso a tus amigos y la gente que te rodea.En definitiva, estás muerto en vida.

Si quereis saber si el chico lo llego a superar, os diré que si. Lo supero porque no empaña a los de su alrededor con esta anécdota, pero a veces, cuando pasa la chica cerca suya, es como pasarle un electroimán por una rodilla a una persona que la tiene sujeta con clavos...

Hasta otra historia gente ;)

1 comentario:

  1. Es real, cuando tenemos 15 años somos frágiles, somos sensibles porque tenemos las hormonas a flor de piel. Al cabo del tiempo es una simple anécdota. Me ha gustado la moraleja.

    Un saludo y la sonrisa siempre está simplemente que a veces se esconde :)

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